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Juegos tradicionales para fortalecer el trabajo colectivo en niños y niñas de 8 y 9 años (página 2)



Partes: 1, 2

Aunque la forma de vida de sus antepasados no dejaban excesivo
tiempo para el ocio es importante saber que las formas de
entretenimiento en aquella época eran escasas, ya que por
aquellos tiempos se carecían de muchos de los pasatiempos
que hoy en día tenemos como son por ejemplo la
televisiónla radio, las computadoras y
con ellas toda la tecnología de punta que va saliendo
al mercado de esta sociedad consumista, las
revistas, periódicos por lo que buena parte de su tiempo
libre lo empleaban para jugar o practicar juegos
tradicionales.

Está demostrado que una de las actividades principales
del hombre es el jugar, a la cual hay que dedicarle un
tiempo para que pueda ejercer sobre cada participante de forma
satisfactoria .También podemos decir que el ser humano en
su cotidianidad, ya sea en la mañana cuando realiza las
actividades matutinas, en su
centro laboral desempeñándose en las
tareas cotidianas de su hogar o en el núcleo que lo rodea
se mantiene jugando. Los distintos juegos contienen mensajes
diferentes y son llevados a cabo ya sea para lograr un reto,
alcanzar una meta o demostrar condiciones físicas y
mentales en cada uno de los participantes.

A diferencia de los demás juegos, los tradicionales
tienen mucho en común: el nivel
de información cultural que se transmite de
padres a hijos, de generación en generación y el
hecho de que fueran practicados por los antecesores durante su
niñez, formando parte de las riquezas espirituales de las
sociedades.

Las posibilidades que brindan los juegos tradicionales son
múltiples. En primer lugar, el juego por el
juego mismo, refiriendo que en la medida que le demos mayor
cabida dentro del ámbito educativo e institucional
estaremos fortaleciendo un aspecto importante para la
educación y desarrollo del niño.

La visión contextualizada de juegos tradicionales
remite al concepto de etnomotricidad  (Parlebas, 1986),
estudio de la motricidad en diferentes razas, pueblos… y su
relación con la estructura socio-cultural
(etnología de la motricidad), nace como consecuencia del
empeño por demostrar la estructura social de nuestra
corporeidad. Las técnicas corporales son profundamente
dependientes de los hábitos, de la educación, y en
definitiva de la cultura en general. Desde la perspectiva
etnomotriz podemos distinguir dos tipos de varianzas culturales:
intercultural (singularidades motrices entres dos sociedades,
así como sus semejanzas); e intracultural (en el seno de
una misma comunidad, las prácticas ludo motrices pueden
diferenciarse en función de la situación
geográfica, las clases sociales e incluso por sexo o
edad).

Mediante los juegos tradicionales sus protagonistas
expresan de una forma simple y a la vez profunda una manera
peculiar de organización sociocultural; un modo
específico de relacionarse, vivir y entender la
vida.

Parlebas, creador de la ciencia de la acción
motriz o praxeología motriz, muestra sabiamente que al
aplicar la teoría de sistemas, cada juego motor se puede
concebir como un sistema praxeológico, cuyos componentes
están ordenados de un modo lógico, presentando unos
mecanismos de funcionamiento y una propiedades distintas en cada
caso. Independientemente de quienes sean sus jugadores, cada
juego dispone de una gramática o una "partitura" que al
interpretarse hace emerger distintas acciones motrices ("notas
musicales" expresadas motrizmente). La persona que participa de
un juego es un actor que interpreta sus "leyes internas" o
"gramática" protagonizando acciones motrices
individualizadas.

Santos C. y Correa S (1,4) caracterizan los juegos
recreativos tradicionales de la siguiente manera:
"manifestaciones que se tramiten mediante la palabra, por lo
general de padres a hijos, de generación en
generación, ejecutadas en cualquier entorno y organizadas
espontáneamente por los infantes, en numerosas ocasiones
sin requerimientos especiales de espacio, lugar o de tiempo para
su desarrollo. Muchas de las formas usadas se han conservado sin
grandes variaciones durante siglos."

A través de estos juegos podemos conocer
historias propias y ajenas y a su vez acercar diferentes
generaciones. Cuando los niños pequeños perciben
que los juegos que ellos están practicando son los mismos
que practicaron una vez sus padres y abuelos, se podrán
crear nuevos ligamentos que acerquen posturas y favorezcan el
entendimiento y la comprensión generacional en numerosos
aspectos.

Es de suma importancia no olvidar, que no todos estos juegos
serán novedades para los niños ya que conocen
muchos de ellos y lo juegan en más de una ocasión,
quién sabe sí quizás se los contaron, los
han visto, o alguien se los mostró. Lo cierto es que
muchos de estos son jugados con variaciones o modificaciones,
pero siguen mantenido viva su esencia, de todos modos bien vale
la pena profundizar en estos juegos y refrescar
así la memoria lúdica de los pueblos,
comunidades o generaciones, aun cuando surja la pregunta si
realmente tiene sentido repensar, resurgir estos juegos en una
sociedad industrializada, frente a un avance apabullante de
la electrónica. En este sentido no podrían
existir dudas, se requiere de un proceso capaz de permitir tales
acciones que permitan su protección.

La obra de Rolando Alfaro Torres constituye un excelente
aporte a la conservación de este tipo de juegos, no
sólo por el mérito indiscutible de colectar en
un texto una cantidad considerable de formas
lúdicas practicadas por los niños, debidamente
clasificadas atendiendo a sus características, sino
también por haber tenido como iniciativa la
conformación de ludotecas en diferentes regiones del
país.

José Martí, citado por Lantigua, J (5)
expresó: "Todos los juegos no son tan viejos como las
bolas, ni como las muñecas, ni como el críquet, ni
como la pelota, ni como el columpio, ni como los saltos",
haciendo clara alusión a nuevas formas lúdicas
incorporadas al deleite infantil.

De todo lo antes expuesto se considera que es de suma
importancia revivir, activar, e influenciar el fomento y rescate
de los juegos tradicionales ya que es una forma de beneficiar y
apoyar el juego activo, participativo, comunicativo y relacional
entre los niños, frente a una sociedad
de consumo que estimula cada vez más la
obtención de medios sofisticados capaces de
desarrollar las capacidades mentales del niño a expensas
de una influencia en ocasiones muy negativa, capaz de variar
su comportamiento y actuación en la
sociedad.

En esas realizaciones fue posible distinguir la ejecutoria de
diversas formas lúdicas con la presencia o no de
implementos. Entre los primeros se encuentran además de
los antes mencionados, el papagayo, la perinola y en segundo
lugar una buena parte de los juegos de correr, rondas y cantos y
juegos variados."

Por otra parte, Bolívar (2001) los denomina
"juegos populares, que pertenecen a la cultura popular venezolana
y constituyen un elemento esencial para preservación de
nuestras tradiciones, la identidad nacional y
la integración del niño al medio que se
desenvuelve", por tanto, la principal característica de
los juegos tradicionales, es resaltar las tradiciones del pueblo
desde generaciones.

Aretz (2001), cuando afirma que en los juegos tradicionales
como expresión de los elementos de la cultura popular de
una localidad o región "resumen experiencias colectivas de
generaciones y por ello constituyen un medio precioso de
enseñanza en tanto el niño se enriquece jugando"
(p. 29).

Es indudable que las experiencias colectivas vienen a
representar los elementos socioculturales que identifican la
idiosincrasia de una región o localidad y, por lo tanto,
al utilizar los juegos tradicionales el docente está
utilizando una herramienta que, cuidadosamente elaborada y
aplicada en función del desarrollo de las potencialidades
de los educandos, está aplicando una eficaz estrategia de
mediación que sirve para favorecer el desarrollo y
consolidación de los aprendizajes significativos en
niños y niñas.

Los juegos tradicionales se caracterizan por ser un medio
importante en la salud física y mental del
niño, ya que les permite desarrollarse en
un ambiente sano y lleno de alegría y esto a la
vez permite que el niño se desarrolle en un entorno
socializador, y que pueda aprender a compartir con los
demás sin violencia y en un ambiente de
armonía. Los juegos tradicionales son típicos de
una región o país, formando parte importante de la
cultura popular, constituyendo un tesoro nacional practicado de
generación en generación.

Existen definiciones de juegos tratados por las
diferentes ramas del saber que tienen contacto con él.
Etimológicamente el juego viene de: Jocus: Que
significa ligereza, frivolidad, pasatiempo Ludus: Que es el acto
de jugar. Fisiológicamente se definen como: La actividad
que realizan los seres superiores sin un fin aparentemente
utilitario, como medio para eliminar su exceso de energía.
Sin embargo cuando un niño se encuentra enfermo, no pierde
el interés por el juego y él mismo sigue
jugando.

Concepto psicológico

Es la actividad espontánea y desinteresada que exige
una regla libremente escogida que cumplir o un obstáculo
deliberadamente puesto que vencer. El juego tiene
como función esencial procurar al niño el
placer moral del triunfo que al aumentar
su personalidad, la sitúa ante sus propios ojos y
ante los demás.

El juego es visto dentro de lo psicológico como:
una actividad generadora de placer que no se realiza con una
finalidad exterior a ella; sino por sí mismas.

Concepto sociológico:

Se puede definir el juego como actividad u
ocupación voluntaria que se realiza dentro de cierto
límite establecido de espacio y tiempo, atendiendo a
reglas libremente aceptados.

La recreación, se define como el conjunto de
relación-acción, actividades espontáneas y
desinteresadas que se establecen en el juego y que generan placer
a través de reglas libremente escogidas, las cuales
cumplir dentro de ciertos espacios y tiempo con una finalidad
socializada.

Pérez A. (19,43) afirma: "El niño no es un
niño porque juega, sino que precisamente juega por ser
niño. No puede pretenderse, por tanto, que deje de jugar
para que se vuelva adulto, sino por el contrario es preciso que
juegue para que sea un mejor hombre en el mañana".

Esto quiere decir que el niño debe necesariamente jugar
para así poder ir creando una forma de vida
enmarcada dentro de la convivencia social, esto le aporta una
sensación de seguridad que le va a servir para
su desarrollo personal, y a futuro poder integrarse a la
sociedad.

De la misma manera Muñoz, S (18) expresa: "A
través de múltiples estudios y observaciones
sabemos que el juego y los juguetes están
relacionados directamente con el desarrollo y el crecimiento del
niño y con muchas de sus expresiones emocionales".

Los aportes del juego a la formación de valores en los
individuos son ampliamente reconocidos por diversos autores.

Rudik, citado por Lantigua, J (10, 6) considera que: "El juego
es un tipo de actividad que tiene un gran significado formador y
educativo en la vida del hombre" y más adelante valorando
sus posibilidades de realización y sus expectativas
precisa: "Es el único tipo de actividad que está al
alcance del niño y que responde a su necesidad de ser
activo es el camino de los niños hacia el
conocimiento del mundo en que ellos viven y al que
están llamados a cambiar".

Makarenko citado por Lantigua, J (10, 5) hace referencia a
esos atributos, cuando en un abordaje de la actividad
lúdica enfatiza: "debe educar las cualidades del futuro
hombre".

Petrovski, según Lantigua, J (10,7) evalúa
acertadamente los aportes del juego en la formación de los
pequeños, al respecto considera: "ofrecen rico alimento a
la imaginación infantil, permiten al niño
profundizar y consolidar cualidades valiosas de la
personalidad (valentía,
decisión, organización, ingenio, etc.)".

Lantigua, J (1,8) considera que: "Es evidente que el juego es
la actividad característica de la edad infantil, donde
las imágenes de los niños adoptan formas
o maneras vivientes, estimulando de esa manera su propio
desarrollo.

El juego permite un acercamiento en edades tempranas, a las
conductas del adulto y sus relaciones interpersonales.
Constituye un nexo entre las fantasías propias de los
pequeños y su mundo futuro, donde alguna vez
asumirán un papel protagónico. Por ello resultan
tan significativos, en esos años,
los paradigmas que sirvan de referencia al
establecimiento de tales aproximaciones."

Más adelante el propio autor refiere: "En sentido
general, el jugar, aporta a esas pretensiones toda una amplia
gama de posibilidades lúdicas, representadas por
expresiones diversas entre las que figuran de manera generalizada
las recreativas."

Pérez A (19,42) al referirse a éstas, expresa:
"De forma específica los juegos recreativos son cualquier
forma de juego que es utilizado voluntariamente en el tiempo
libre y no hay sobre todo en ellos rigurosidad en la
aplicación de reglamentaciones y necesidad de
instalaciones muy específicas".

A modo de reflexión acerca del papel de los denominados
juegos recreativos tradicionales, a partir de sus claros influjos
formativos aún fuera del ámbito escolar, se
considera que en esencia, por todos sus valores educativos, los
juegos recreativos tienen que ser considerados como uno de los
medios de trabajo fundamentales en el tiempo extraescolar, ya que
especialmente en lo que concierne al trabajo con niños,
niñas y jóvenes, su correcta utilización
conlleva a una gran incidencia en la formación y
desarrollo de los hábitos motores, todo lo cual se
reflejará como base fundamental en la permanente
incorporación de nuevos hábitos, que es
la ley inmutable del desarrollo.

Por otra parte la escuela la comunidad y la
familia son de suma importancia y su influencia en los
niños y niñas acerca de estos juegos, deben
favorecer de manera reiterada la ocurrencia de manifestaciones
lúdicas diversas entre los pequeños, pues a
través de éstas se estimula increíblemente
la adquisición de patrones educativos en los niños,
válidos para asumir nuevos empeños sociales, en
tanto se van consolidando sus futuras potencialidades
humanas.

Una de las vías de que dispone la escuela, la comunidad
para desarrollar en sus niños y niñas valores y
cualidades de la personalidad es el juego, el cual constituye la
primera forma de aprendizaje de la vida en colectividad.
El respeto a las normas y otros elementos del
juego van creando en el niño las condiciones necesarias
para su pleno desenvolvimiento social, porque en las escuelas
transcurre una buena parte de la vida de los pequeños y es
en ella que las formas lúdicas adquieren una más
elevada organización, a la par que reciben influencias muy
ventajosas producto de una
amplia interacción social, debido a la gran
cantidad de juegos que se genera en los patios de las escuelas,
las expresiones lúdicas populares, llegan a ser
considerados como un real tesoro infantil y juvenil.

Por ese sentido Lantigua, J (15,6) explica que: "En las
diferentes edades la contribución educativa de los juegos
resulta incuestionable, por lo que se requiere en todo momento,
de una atención docente y familiar priorizada,
ya que estas asumen una gran dosis de responsabilidad en dicha
relación. Ello ha tenido, en los tiempos actuales, ciertas
limitaciones."

El juego es un arte, una fuente de placer y una forma de
manejar ciertas emociones, lamentablemente mucha gente ha
perdido ésta capacidad lúdica, inmersa
en problemas económicos,
en conflictos emocionales de parejas, la violencia y el
hábito de sustancias nocivas, que conllevan en un buen
número de casos a violencia intrafamiliar, a
pérdida de límites, estructura y
consecuentemente a una dificultad para poder supervisar las
actividades y los juegos de sus hijos.

Es también una oportunidad para disfrutar de una
relación de camaradería, más allá de
los roles establecidos padres hijos, un aspecto de la
relación familiar que de forma habitual suele descuidarse,
pero que puede llegar a convertirse en una inestimable ayuda, por
ejemplo, para capear la turbulenta etapa adolescente.

Los juegos en los niños y niñas requieren de
un grupo importante de medidas higiénicas, sin
cuya instrumentación se pondría
en riesgo la salud y la integridad física de los
pequeños.

Ferreiro, R, Sicilia. P y Orozco, O citados por Lantigua, J
(11,6), manifiestan que: "el nivel de desarrollo de los
pequeños o de un grupo de ellos, es sinónimo de
la resistencia alcanzada por su organismo y de su
adaptabilidad, además de ser un criterio objetivo de las
medidas higiénicas puestas en práctica".

La realización de ejercicios físicos
al aire libre robustece a los niños y
niñas elevando su capacidad de adaptación a los
cambios bruscos de los factores ambientales, entre ellos
la temperatura."

Es en la edad infantil cuando mayores son las posibilidades
para la asimilación de nuevos hábitos motores.
Según Laptev y Minj, citados por Lantigua, J (11,9) ello
ocurre como consecuencia de la plasticidad del Sistema
Nervioso Central y la facilidad para la formación de
los reflejos condicionados en los niños, de aquí
que sea recomendable la ejecución regular de ejercicios
físicos desde la edad temprana, creando la costumbre de su
uso diario. Dichas acciones muy bien pudieran expresarse a
través de diversas expresiones lúdicas, que
propicien un goce y satisfacción indiscutible.

Lantigua, J (11,5) explica: "El mundo lúdico de
los niños puede convertirse en un elemento muy negativo
para la preservación de su salud, de no existir normas
higiénicas que garanticen ese proceso y proporcionen
conductas responsables, alejadas de peligros potenciales
diversos."

En ese contexto es imprescindible la preservación
de los espacios donde los pequeños interactúan,
imponiendo condiciones que tributen a la formación
efectiva de hábitos, de manera que ellos mismos sean
capaces de imponerse con posterioridad las consideraciones
necesarias. Debe tenerse en cuenta que limitar las posibilidades
lúdicas de los menores, nunca sería una
solución aceptable, teniendo en cuenta la necesidad que
poseen los niños de jugar.

La posibilidad de educar
esas actitudes contribuiría al proceso de
formación de sus personalidades, además de
garantizar una necesaria integridad física."

Sobre el particular el mismo autor define como importantes
aspectos que tienen que ver con la adecuada ventilación en
los locales donde se juegue, evitar la
sobre exposición a los rayos solares y la
contaminación por residuos de fábricas
industrias cercanas, limpieza de las áreas
verdes, estado técnico de equipos y aparatos diversos,
manutención de posturas correctas al realizar diferentes
actividades, lavado y cepillado del cuerpo y la ropa luego de
jugar, así como las reglas y medidas de seguridad en
ocasión de los juegos acuáticos.

Rudik, P. A, citado por Lantigua, J (10,5) señala:
"Todos los juegos sí están organizados de manera
correcta, constituyen un excelente medio para el desarrollo
integral de los niños, contribuyen tanto al desarrollo
físico como intelectual…" Ese propio autor insiste
en esos detalles: "El buen juego debe enseñar al
niño a realizar los esfuerzos psíquicos y
físicos que son necesarios para el trabajo."

Especial importancia le concede el propio Rudik a las
potencialidades del juego infantil, cuando manifiesta: "Al estar
relacionados con diferentes movimientos en su forma natural,
estos juegos ejercen una influencia más favorable sobre el
desarrollo físico e intelectual de los niños."

El autor al referirse al aporte que ofrecen los juegos
populares tradicionales, como parte de las denominadas
expresiones recreativas, sentencian que la mayoría de
estos juegos entraña una amplia gama de elementos muy
valiosos para el desarrollo integral del niño.

El juego es una actividad fundamental que se apoya en la
necesidad de movimiento del hombre, en sus intereses y
estados anímicos y que se manifiesta de una manera
espontánea o consciente en la búsqueda de
satisfacciones conscientes, además de ser recreativos
ayudan a la formación de hábitos y habilidades,
así como destrezas. De forma específica los juegos
recreativos son cualquier forma de juego que es utilizado
voluntariamente en el tiempo libre y no hay sobre todo en ellos
rigurosidad en la aplicación de reglamentaciones y
necesidad de instalaciones muy específicas. Estos juegos
pretenden ocupar el tiempo libre de las personas a cualquier edad
a través del desarrollo del juego y la actividad
física. Lametodología a seguir se basa en
la libertad de participación, y sobre todo en la
diversión.

La ciencia ha demostrado fehacientemente que el
niño no posee capacidades innatas, sino capacidades que
pueden desarrollarse, sobre todo, a través de la
práctica de diferentes formas lúdicas.
El empleo frecuente de juegos recreativos en los
niños posibilita una ganancia en
su constitución física, además de
los consabidos aportes que esa ejecutoria brinda a la
formación de la personalidad de los pequeños.

El juego favorece decididamente el desarrollo físico de
los niños, entre otros aspectos y las personas encargadas
de atenderles velarán porque ese derecho reconocido
transcurra de manera feliz. Es por ello que maestros primarios y
profesores de Educación Física, requieren de
una alta preparación encaminada a promover el uso
sistemático de tales expresiones lúdicas, en
función del progreso corporal de sus
discípulos.

Se sabe que la actividad física beneficia
considerablemente la salud humana en las diferentes edades, por
lo que a la experiencia de jugar le son atribuibles
también todas esas virtudes. En el caso de los
niños, el quehacer lúdico prepara fundamentalmente
su organismo para las funciones de la vida adulta. El
juego puede ser también interpretado como una actividad
necesaria para el organismo humano en crecimiento.

El desarrollo corporal en los niños se alcanza
fundamentalmente a expensas de la ejecución lúdica,
sobre todo por la tendencia entre ellos a perder el
interés en la realización del trabajo
físico, que es consecuencia de la rigurosidad que deviene
de esa labor. De aquí que hay que abogar por el logro de
una mejor motivación en el desarrollo de
la fuerza, a través de los juegos que poseen ese
componente.

Acerca de la necesidad de realizar juegos recreativos
físicos, el destacado pedagogo ruso Makarenko, afirmaba:
"El juego sin esfuerzo, sin
actividad dinámica es siempre un mal juego."
Resulta por tanto inobjetable que el niño dedicado a jugar
pasivamente, donde toda su participación se reduce a la
contemplación estática, resultará en el
futuro un hombre carente de toda iniciativa, incapaz de superar
las dificultades y afectado en su movilidad o en sus
posibilidades motoras.

Según Rudik, P. A citado por Lantigua, J (10,6):
"El juego crea todas las condiciones para que se manifieste la
necesidad natural de actividades que tiene el niño y le
proporcionan las vivencias más reales y vitalmente
importantes."

Lantigua se refiere a los beneficios probables que la
práctica lúdica tiene sobre la salud de los
pequeños y al respecto destaca el aumento de la frecuencia
y amplitud de los movimientos respiratorios en los niños,
mejoramiento de las funciones digestiva y renal, aumento de la
capacidad de trabajo de los escolares, como consecuencia del
incremento de la actividad motriz, desarrollo corporal en los
pequeños y más
efectiva coordinación motora, así como el
aumento de las capacidades motrices en los niños
(fuerza, velocidad, resistencia, agilidad y
flexibilidad).

La realización de actividades lúdicas diversas,
constituye una magnífica posibilidad durante las clases
de Educación Física para contribuir a la
formación de las mencionadas capacidades y en el caso
particular de los juegos populares tradicionales, no solo
tributan a ese mérito incuestionable, sino que propician
de forma garante la transmisión de tales elementos como
componentes de la cultura popular y los valores
autóctonos.

De igual manera se considera que a través de los juegos
los niños pueden desarrollar sentimientos mucho más
elevados, que de hecho, para los pequeños, jugar es una
necesidad capaz de prepararles para su vida como adultos, de
aquí que se requiera de una observancia de tales
expresiones, con total apego al respeto de los más
elementales derechos del niño.

La humanidad debiera sujetarse más a las emociones y
sentimientos devenidos del juego infantil que a las
ambiciones políticas o económicas de
algunos adultos, las que por sus pretensiones mezquinas
constituyen un peligro potencial para la propia humanidad.

Jugar es por tanto una expresión de pureza, pues ello
suele estar más asociado a modelos positivos de
sentimientos que a experiencias cuestionables. Cierto es que los
patrones educativos impuestos por
la familia y la escuela van consolidando actitudes en
los niños, pero es también real que a través
del juego colectivo y con independencia de lo
inculcado, se promuevan conductas socializadoras. La
realización de juegos cada vez más colectivos
pudiera ser un excelente recurso para la educación de los
niños, teniendo en cuenta los sentimientos positivos que
tales expresiones lúdicas son capaces de fomentar a tan
temprana edad. Para ello es necesario que se instruya de forma
adecuada a los adultos encargados de esa labor, de manera que
dichas actividades puedan ser orientadas correctamente.

El presente artículo propende hacia la
alternativa práctica de promover entre las nuevas
generaciones los sentimientos más puros de coexistencia
humana, apelando a las alternativas lúdicas, garante
mecanismo educativo.

El invento lúdico, tan eficazmente adherido a
nuestra biología expresa rasgos prominentes en la historia
natural de las actividades cognitivas.

"La recreación es una forma activa que utilizan
los niños para reflejar la vida de las personas que lo
rodean" (Traviata y otros). A través del juego se
desarrollan las capacidades intelectuales y morales del
niño y del joven, y se crean hábitos de
sociabilidad, colectivismo, amor y respeto por la
naturaleza.

Patridge considera que "la escuela es la única
institución que acoge a los niños y jóvenes
de un país y por lo tanto en ella deben instruir todas las
manifestaciones del juego tradicional orientándolos hacia
un proceso educativo de manera que el niño y el joven
aprenda a conocerse a sí mismo y a los demás y a
identificarse con su propia descendencia cultural."

Para Makarenko el juego "tiene un valor social como
factor de desarrollo creativo, artístico y
científico." La recreación como cualquier otra
acción humana a menudo conlleva consiente o
inconscientemente a la búsqueda de un beneficio posterior
a la realización de la actividad recreativa. Ese beneficio
solo puede ser la mayor integración del yo de la comunidad
recreada, puesto que la acción recreativa hace reales los
propios valores.

Entre los objetivos que debe plantearse el profesional de la
recreación o el promotor deportivo se encuentra, el ser
capaz de responder a las motivaciones individuales (siendo
actividades eminentemente colectivas), el atribuir más
importancia a la participación que al resultado final y
hacer énfasis en valores educativos tales
como., comunicación social, divertirse a
través del juego y del deporte, fomentar
la creatividad, educación, ofrecer la diversidad,
estimular la cooperación y el espíritu de
equipo, solidaridad, respeto a sus
compañeros, adversarios y jueces.En esta línea
Camerino y Castañer (1988., 14), define como actividades
recreativas, aquellas con flexibilidad de interpretación y
cambios de reglas que permiten la continua incorporación
de formas, técnicas y de comportamientos
estratégicos, con capacidad de aceptación por parte
de los procesos comunitarios, que puede generar la
aplicación de un nuevo tratamiento pedagógico y no
la especialización, ya que no se busca
una competencia ni logro completo.Cuando se hable de
Comunidad se debe tener en cuenta que esta es el conjunto de
personas que viven en un área geográfica
determinada, cuyos miembros comparten intereses y actividades,
con relaciones interpersonales y sobre todo intereses
comunes. Es un sentimiento de bien común que todos pueden
llegar a alcanzar. (Según Arias Herrera, H. 1995).

Por lo que todos los procesos de aplicación o
trasformación se desarrollen dentro de la comunidad y
tengan participación directa o indirecta parte o la
totalidad de los factores que la integran, tienen un
carácter comunitario.

Para Martínez (2003), en la Recreación
Comunitaria se promueve una democracia en donde prima
el respeto, la verdad y la justicia. Esta dimensión
social se expresa cuando:

Las personas se conocen, se relacionan y se sienten parte de
una gran familia.

Los integrantes de la comunidad logran
hacer contratos de convivencia y promesas que en la
medida de lo posible todos ponen en práctica.

Se comparten recursos comunes, existe la ayuda mutua
y se tiene especial atención por los más
necesitados.

Todas las organizaciones sociales se unen con el fin
de realizar propósitos comunes.

Se promueve la sana diversión, la prevención
de riesgos y las prácticas
de medicina preventiva.

A todas las personas se les brinda la oportunidad de una labor
significativa de cooperación dentro de la comunidad.

Se integran los grupos sociales que han sido
marginados.

Se promueve la educación continuada de la comunidad,
sobretodo de la tercera edad.

Se resuelven constructivamente los conflictos y las
diferencias.

Se favorece el cultivo y la expresión de la cultura y
el arte.

Se promueve el surgimiento de líderes y lideresas de la
misma comunidad.

Una comunidad organizada que logre sistematizar el desarrollo
de programas recreativos tradicionales dirigidos a sus
habitantes y que a través de la educación del
tiempo libre, sea capaz de fomentar una cultura recreativa que
responda a satisfacer sus necesidades e intereses recreativos y
tradiciones, en función de la salud individual y
colectiva, y la construcción positiva del tiempo
libre, se encuentra en el camino para optimizar su calidad de
vida y por ende de su propio desarrollo.

González Rodríguez, N (2003,9) plantea la gran
importancia del trabajo recreativo-deportivo, cultural y
tradicional en la comunidad, determina que participar en este
grupo es más que estar presente, más que motivar,
más que intercambiar criterios, más que opinar.
Participar significa tomar parte, implicarse, decidir y actuar
comprometidamente, no es solo trabajo para la comunidad, ni en la
comunidad, ni siquiera con la comunidad: soñado,
planificado, conducido, ejecutado y evaluado por la propia
comunidad.

Define la comunidad como un grupo humano, que habita en un
territorio determinado, con relaciones
interpersonales, historia, formas de expresiones,
tradiciones y sobre todo intereses comunes.

Estamos completamente de acuerdo con el criterio de esta
autora ya que es de suma importancia que las diferentes agencias
y agentes socializadores que participan e inciden en el trabajo
comunitario deben entregarse por completo a ello, deben ser
protagonistas y activos ejecutores de esta tarea por la
importancia que reviste para la sociedad, pues la comunidad es el
medio en que vivimos y nos desarrollamos.

Dorta Saco, A (1984,13) argumenta la necesidad de convertir a
las actuales instituciones educacionales en centros
gestores de animación sociocultural. Si logramos convertir
a los párvulos en conocedores, portadores y defensores de
la cultura para entrar en estrecho dialogo con la
comunidad se reproducirá un acontecimiento
recíproco de valores culturales.

Se coincide con este criterio porque las instituciones
educacionales son una fuente de recursos humanos que
deben ponerse en función del desarrollo sociocultural, es
decir que convirtiendo a las niñas y niños en
conocedores de la cultura recreativa-deportiva y cultural
comunitaria ayudaríamos al desarrollo intelectual de estos
y con ello al desarrollo de la comunidad en sentido general.

(Trigo, 1995). "Se quiere que la escuela y la
comunidad recupere el juego tradicional y popular, en este "siglo
del deporte, de toda una cultura centrada en la oposición
entre gentes y pueblos para determinar ganadores y perdedores,
para clasificar según su poderío lúdico"

Parlebas (1997) insiste en que: "los juegos presentan mayores
posibilidades lúdico-motrices que el deporte y demuestra
experimentalmente que, debido a los cambios súbitos de
conducta que implican una mayor riqueza de relaciones entre los
jugadores (al contrario que en los deportes en que las relaciones
son estables), las sesiones de juegos tradicionales llevan a
relaciones socio afectivas mucho más ricas."

Todo esto lleva a pensar que es la escuela y la comunidad son
los mejores lugares para recuperar los juegos
populares/tradicionales y lo que ha llevado a realizar esta
recopilación, para que el maestro, padres, representantes,
las familias y los líderes comunitarios, escojan en
función de sus necesidades el juego o juegos que mejor se
adapten a las características y habilidades que quiera
desarrollar, y oriente a los niños y niñas,
ayudándoles a entender el proceso que se produce dentro de
un determinado juego, y adaptándolo a la realidad de su
aula y a las características de su comunidad.

Los juegos tradicionales se sustentan en dos dimensiones; una
relacionada con la popularidad, trasmitida por generaciones y
otra vinculada a la época o etapa (invierno, verano,
otoño, primavera). Generalmente obedecen a un proceso
transcultural, llegando a sistematizarse. Tienden a ser estables
en cuanto a contenido, formas y estructuras; los posibles
cambios se dan en los términos o nombres, los cuales
responden a las características de cada lugar.Por tal
motivo, el propósito fundamental de esta
investigación se concentra en tratar acerca de las
manifestaciones propias de la cultura venezolana, partiendo de la
dinámica de los procesos que se hacen presentes en el
marco de la realidad, Con relación a esta temática,
es fundamental que los niños, niñas, comunidad,
formen y fortalezcan la identidad cultural de nuestra sociedad
dentro y fuera del entorno educativo a los fines de ayudar en el
desarrollo de sentimientos, creatividad e interacción
entre las y los pre adolescentes a través de los juegos
tradicionales, de tal forma que se logre la integración
entre ellos con base en los principios culturales del país
y en los principios psico-sociales.

También se debe destacar que en esta
investigación es importante en el sentido de que esta
aporta la difusión y promoción de los juegos
tradicionales, el crecimiento académico, corporal,
cognitivo de los niños y niñas, conjuntamente con
la conservación y reafirmación de la identidad
nacional, así como el fortalecimiento de los valores
culturales en el niño y la niña, desde la sociedad
en general.

Así mismo, los niños y niñas,
padres, representantes, la familia y comunidad en general se
verán beneficiados, pues podrán aumentar sus
conocimientos teórico-prácticos sobre el manejo de
las actividades recreativas-tradicionales como estrategias
constructivas, que estimulen la confección en valores
sociales de identidad nacional y regional de los niños,
niñas en la etapa escolar.

Los mismos niños y niñas obtendrán
beneficios de este estudio, pues les permitirá tener
experiencias y vivencias significativas propias de su entorno
sociocultural, que le aportarán un aprendizaje integral de
los valores inherentes a la realidad sociocultural ya que es una
realidad motriz que aporta placer y satisfacción, ayuda al
alumno a desarrollar las capacidades físicas y las
habilidades y destrezas básicas dándole un elemento
imprescindible para el desarrollo de su aprendizaje significativo
en el juego, es el propio niño y niña el que
aporta soluciones a los problemas planteados. Tiene un
carácter creativo lleno de imaginación y
fantasía en variedad de los ámbitos de
la conducta humana: cognitivo, motor y socio
afectivo.

Finalmente, la investigación será de alta
relevancia para la comunidad, la escuela y la familia en general
pues al proponer las alternativas para la organización de
los juegos tradicionales, se hará posible el desarrollo de
un proceso de facilitación y mediación a
través de estos juegos.

Independientemente de la edad, el género o el
lugar de procedencia, participar en un juego es participar en un
conjunto de relaciones motrices, cognitivas, afectivas, sociales
y culturales que es necesario identificar plenamente.

En este sentido, la gran riqueza y variedad de
lógicas internas que presentan los juegos tradicionales
permiten justificar que el mejor maestro que puede tener
cualquier niño, niña o persona es el propio
juego.

Conclusión

Los fundamentos teóricos, estudiados permitieron
el desarrollo del tema de investigación,
otorgándole un basamento lógico y
científico.

El diagnóstico realizado permitió la
necesidad de promover la recreación a través de los
juegos tradicionales, los cuales están siendo desplazados
por video juegos en los niños y niñas de 08 y 09
años de la comunidad las piedritas.

La aplicación de los juegos recreativos
tradicionales, influirán de manera positiva en el nivel de
participación de los niños y niñas generando
cambios favorables en su estilo de vida

Bibliografía

http://www.monografias.com/

Jesús Alirio Silva (Septiembre 2010)
Metodología de la Investigación Elementos
Básicos Ediciones CO-BO.

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de Jugar, Un proceso lúdico creativo.

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documental.

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JUEGO, Historia, Deporte y sociedad
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Camerino, O y Castañer, M. (1991) 1001
Ejercicios y Juegos de Recreación. Editorial Paidotribo,
Barcelona.

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los Derechos Humanos al Tiempo Libre.

MANUEL JESÚS VELEDA VALLELADO (1999): Juegos
infantiles tradicionales. RAMIRO MORENO MARTINEZ (1999): Juegos
tradicionales y escuela.

 

 

Autor:

Lcdo. José Ángel
Resplandor Bastardo.

PROFESOR TUTOR: Ms.C. FELIX A. GUERRERO
FROMETA .

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE
VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR

PARA LA EDUCACIÓN
UNIVERSITARIA

UNIVERSIDAD NACIONAL
EXPERIMENTAL

DE LAS FUERZAS ARMADAS DE
VENEZUELA

UNIVERSIDAD DE CIENCIAS DE LA CULTURA
FÍSICA "MANUEL FAJARDO"

CONVENIO CUBA-VENEZUELA

TESIS EN OPCION AL TÍTULO
DE:

MASTER EN ACTIVIDAD FISICA EN LA
COMUNIDAD

AÑO: 2014.

ESTADO BOLÍVAR.

Partes: 1, 2
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